martes, 13 de febrero de 2018

Real Monasterio de Santo Domingo, Caleruega

Recorriendo la extensa provincia de Burgos no es difícil toparse con numerosos castillos que defendían el reino de Castilla del avance de las tropas musulmanas y, a la vez, jugaron un destacado papel durante la Reconquista. Pero también resulta fácil encontrar una serie de monasterios medievales fundados por distintos monarcas que dotaron a algunas villas de privilegios e hicieron que la población se instalara de nuevo cerca de estos lugares sagrados, repoblando así el Reino.

Real Monasterio de Santo Domingo



Sto. Domingo de Guzmán
Algunos de los monasterios más conocidos en la provincia de Burgos son Santo Domingo de Silos, San Pedro de Cardeña o Santa María la Real de las Huelgas. Sin embargo, hoy quiero hablaros de otro Real Monasterio, el de Santo Domingo de Guzmán. 

Situado en el municipio burgalés de Caleruega, pueblo natal del santo donde se hallaba la casa de Los Guzmán, se trata de un monasterio de origen medieval fundado, ni más ni menos, que por el rey Alfonso X, el Sabio en el año 1270, en conmemoración del primer centenario del nacimiento de Sto. Domingo que había sido canonizado en el año 1234. El rey, muy devoto del dominico, lo inauguró una vez transformada la casa, "para mejor honrar a este gran santo que el señor concedió a Castilla". De hecho, Alfonso X ordenó enterrar a su hija, la infanta Leonor, fallecida en 1275, dentro del monasterio, donde permanece hoy en día.







Claustro
Las primeras monjas que lo habitaron procedían de San Esteban de Gormaz y, gracias al rey, les fue otorgado el señorío de la villa de Caleruega. Esta localidad se encuentra en una apacible meseta rodeada de campos de cereal y muy cerca del río Duero que riega estas tierras. Era un lugar frecuentado por carreteros en la Edad Media pues su calzada romana comunicaba Astorga con Zaragoza.

Acceso al claustro
El monasterio es de clausura aunque una de las hermanas se encarga de la venta de dulces y entrega la llave a cualquiera que desee traspasar los muros del imponente convento. Las dominicas llevan aquí más de ocho siglos. En el interior traspasamos el hermoso arco ojival que se cree pudo pertenecer a la sala capitular, para contemplar el magnífico claustro de estilo románico tardío con su añadido posterior del s. XVIII. En origen, el claustro era de una única planta con arcadas sostenidas por dobles columnas. Más tarde se amplió con una planta más de ladrillo. Durante su última restauración se han hallado elementos de la antigua iglesia del s. XIII y unas ventanas románicas tras las que se escondía una sala de la casa de Los Guzmán y una portada gótica.
Tallas policromadas de La Anunciación

No olvidéis entrar al museo que alberga varias piezas de gran interés sobre todo "La Anunciación" del s. XIII en piedra policromada o las dos esculturas que representan a Santo Domingo - una del siglo XV en alabastro y otra del siglo XVI en madera policromada.

Acceso al museo
Por la escalera de madera situada al fondo se puede acceder a la planta superior donde recientemente se ha abierto una enorme sala en la que se ha reconstruido el techo - en origen un magnífico artesonado de madera con pinturas que se perdió en un incendio en 1959. En ella se exponen verdaderas piezas de arte sacro y varios facsímiles de documentos importantes de la época de fundación del monasterio. Aunque lo más destacado de esta sala, además de sus dimensiones y vistas al jardín y Palacio de Los Guzmán, es la excelente talla de Santo Domingo del Maestro de Covarrubias del año 1500.

Sala superior del museo
Una vez recorridos el claustro y el museo se puede acceder a la iglesia, cuya construcción original data del s. XIII aunque lo que vemos hoy es del s. XIV. Se la dotó de una zona de coro por la que las monjas pueden seguir la misa. Es un templo sencillo de una sola nave en la que el principal adorno es el retablo del altar mayor de Blas de Cervera (s. XVII). Descendemos a la cripta que fue excavada ya a mediados del s. XX y que se sitúa justo debajo del altar, lugar donde nació Santo Domingo. En esta sala encontramos un pozo (el pocito de Sto. Domingo) y tres altares adornados con tres mosaicos, obra de un dominico, que representan a la santa familia de Caleruega, Los Guzmán: Santa Juana de Aza y el Venerable Félix de Guzmán junto con sus hijos: el Venerable Antonio, el Beato Manés y Santo Domingo. A la izquierda de la entrada se encuentra el monumento funerario dedicado al maestro de la orden, P. Manuel Suárez, en granito y mármol.






No os marcheis de Caleruega sin antes haber visitado el Torreón del s. XI, su monumento más antiguo, que formaba parte de una serie de fortalezas en torno a la ribera del Duero. Este, en concreto, defendía Caleruega de los ataques durante el medievo y está situado en el jardín de la hospedería del convento. Formaba parte de la casa solariega de la noble familia de Los Guzmán. Actualmente se ha acondicionado como sala de exposiciones dividida en cuatro plantas. Os recomiendo subir sus 17 metros pues en la primera planta se puede apreciar una ventana de arco mozárabe y desde la terraza se obtienen unas vistas espléndidas del monasterio y de toda la comarca.



Susana

3 comentarios :

  1. Me gustó cuando lo visitamos y me pareció que estaba muy cuidado. No había casi nadie viendo el monasterio ni paseando por Caleruega, nos llamó la atención, yo creo que la mayoría de los turistas se quedan en Santo Domingo de Silos o se acercan al Desfiladero de La Yecla, por eso además de bonito, Caleruega nos pareció un remanso de paz.

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  2. Me gustan estos lugares que se visitan tranquilamente y sin agobios, destilan paz y belleza. Este monasterio me parece interesante, no lo conocía y merece ser visitado para poder contemplar con calma todo su interior.

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  3. Precioso monasterio lleno de arte e historia y una visita muy completa e interesante que me ha gustado mucho. Está muy bien conservado y parece muy tranquilo.

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